15 de octubre de 2011
10 de octubre de 2011
Dentro del roble
El encaje más fino es éste
-decía papá quedamente.
Y señalaba con la mano mostrando
cómo los árboles se entretejían con el cielo,
o cómo el cielo se entretejía con los árboles,
no lo sabía.
Pero ahí está, sonrió, y el tejido sigue creciendo, verde y azul...
Si os fijáis veréis la susurrante lanzadera del bosque.
Si os fijáis veréis la susurrante lanzadera del bosque.
Papá hablaba
cómodamente
de esto y aquello, la palabra fácil.
Todo era más fácil aún porque de cuando en cuando se reía de sí mismo.
Le gustaba escuchar el silencio, decía, si el silencio puede escucharse...
Le gustaba escuchar el silencio, decía, si el silencio puede escucharse...
Ray Bradbury, El vino del estío
hojas dentro de hojas...
como si estuviesen cayendo
delicadas
pero tapizando
vigorosamente
la primavera
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